Uno de los problemas más frecuentes en la mantención de las piscinas tiene que ver con aquella molesta fisura que produce la pérdida de agua y que, pese a que se vea fatal, es posible repararla, siendo la mejor época para hacerlo el invierno, pues la piscina se deberá vaciar por completo para poder solucionar el inconveniente.
En cuanto a la estación del año, la sugerencia es que sea en los meses de frío, sobre todo porque además de ser cuando menos se hace uso de la piscina, favorecerá la aplicación de pintura tras la reparación, pues este proceso demora más con altas temperaturas.
Como la mayoría de las piscinas han sido fabricadas con hormigón armado, lo que se debe hacer es el procedimiento conocido como "junta" y que consiste en, primero, retirar la capa que recubre externamente donde está la fisura, así como el adherente. Así se logra llegar al hormigón para encontrar la fisura y posteriormente acanalar ésta.
Para ello se aplica el cincelado con cortafierros en conjunto con maza. La acanaladura se hace siguiendo el recorrido de la fisura y no debe ser menor a 10 mm de ancho y 15 de profundidad.
Pero no todo termina ahí: luego, como respaldo en el fondo de la junta, se añade burlete de espuma de polietileno. Luego, cuando se haya secado y limpiado la acanaladura, se procede a la imprimación.
Además por tres días se debe dejar polimerizar el sellador, después reponer el impermeabilizante cementicio con velo neutro en el lugar donde se ha reparado la figura, cuyo ancho no debe sobrepasar los 25 ctms, pues de esta forma la nueva capa de impermebealización se superpondrá con el ya existente.
Ya una vez finalizado el paso anterior, y luego de aplicar el puente de adherencia, lo que se hace es añadir el nuevo revestimiento.
¿Y en las piscinas con fibra de vidrio?
Las piscinas con fibra de vidrio también se pueden reparar si es que tienen grietas. De hecho, son materiales propensos a tenerlas y, aunque depende del tipo, la mayoría puede ser reparada.
Es que existen diferentes modos de grietas, por ejemplo, unas son las grietas arañas y las otras son conocidas como las estructurales y que son más grandes y profundas.
De esta manera, si son estructurales, se deberá rellanar con una masilla de poliéster especial, la cual se suavizará con una espátula para esperar su posterior endurecimiento.
Una vez hecho tal procedimiento, encima de aquella masilla se añadirá un nuevo acabado de fibra de vidrio más una tapa superior.
En cambio con las grietas arañas, que se extienden de forma rápida y poco uniforme, la reparación será más complicada tomando en cuenta que se deberá drenar completamente la piscina, luego esperar que se seque y recién en dicho momento iniciar la aplicación de una capa de gel de cobertura.
Así que sea de hormigón o de fibra de vidrio, las grietas de tu piscina pueden ser reparadas en la mayor parte de los casos. Eso sí, siempre es necesario que te hagas asesorar por profesionales de la materia para que el trabajo quede bien hecho y no pases contratiempos con tu piscina en la época estival. Revisa nuestra base de datos acá y prepárate para los meses de calor.