¡Ojo con las enfermedades e infecciones en las piscinas!

Zambullirse en la piscina no siempre implica momentos de diversión, pues de no tomar las medidas adecuadas, puede hacer pasar malos ratos con el contagio de enfermedades e infecciones.

26 SEP 2017 · Lectura: min.
¡Ojo con las enfermedades e infecciones en las piscinas!

La época de piscinas es una de las favoritas del año por la diversión y el alivio para las altas temperaturas, sin embargo también puede conllevar algunos problemas indeseados como enfermedades e infecciones contraídas en el agua.

Una de estas es el famoso pie de atleta o también simplemente conocido como hongos de los pies, los que se contagian generalmente por usos de duchas y piscinas compartidas, así como también por toallas o calzados. Y como en muchas piscinas no hay mayor control sobre si quienes acceden tienen alguna enfermedad infecciosa, suele ser el principal riesgo.

Por otra parte, es bastante común que tras largas horas en el agua de la piscina, algunos sufran de irritaciones en los ojos o en la nariz. Específicamente y debido a que el agua se clora de forma excesiva, suelen aparecer casos de conjuntivitis cuyos síntomas son picazón excesiva y ojos muy rojos, por lo que se recomienda utilizar gafas o lentes de natación.

De igual forma acontece con la otitis externa, pues al estar demasiado tiempo en contacto con agua con cloro o sucia, esta humedad queda en el oído, por lo que deriva en la inflamación de éste. En circunstancias como estas el consejo es acudir a un profesional de la salud para que determine el tratamiento adecuado y que de esta forma se evite una infección crónica. Por ello lo más recomendable es que, al zambullirse en la piscina, se utilicen tapones y que los oídos se sequen bien al salir del agua.

Pero los riesgos no terminan ahí: existe el contagio del virus molluscum contagiosum que se caracteriza por presentarse como pequeños granos con apariencia de verrugas de color rosado y también algo blanquecinas. Principalmente suele ser contraída por niños al no tener todavía el sistema inmunológico completamente desarrollado.

La piel igualmente sufre y es común encontrar personas que, tras un extenso periodo de piscinas, sufren de dermatitis, la que se identifica con manchas rosadas en las piernas y brazos que además generan picor, por lo que la recomendación es lavar siempre el traje de baño después de una jornada en el agua.

Por otro lado, la diarrea también puede ser una afección común en mujeres embarazadas y también en niños. Esto debido a que se ingiere involuntariamente agua de la piscina, la que puede contener bacterias que no alcanzaron a ser eliminadas y que pueden derivar en gastroenteritis, inclusive.

Ahora, siempre hay medidas preventivas y algunas recomendaciones que todos pueden seguir para contribuir a que estas enfermedades e infecciones no causen estragos en la salud:

  • Ducharse antes de entrar a la piscina y también al salir, con el fin de eliminar suciedades en el cuerpo y los pies.
  • Utilizar gorros de baño.
  • Si se tiene hongos en los pies, ser responsable y no acudir a piscinas públicas.
  • No nadar o acudir a la piscina cuando se tiene problemas gastrointestinales.
  • Utilizar toallas diferentes, es decir, una para el césped y otra para secarse.
  • Procurar no tragar agua de la piscina.
  • No orinar en la piscinas.
  • Utilizar cremas hidratantes de piel.
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