Evita riesgos y consigue la reja adecuada para la piscina
Artículo revisado por el Comité
Conoce los tipos de cierres para evitar accidentes de tu hijo en la piscina.
Las piscinas en el hogar son un gran divertimento para la familia, sobre todo en la época estival. Sin embargo hay riesgos palpables que no todos toman en cuentan y que incluso pueden terminar con consecuencias fatales, por lo que es imprescindible elegir una reja adecuada para evitarlos.
Esto, especialmente, si es que en la casa existen niños que no son conscientes del peligro de merodear cerca de la alberca y en mayor medida cuando por distintas razones, están sin supervisión de un adulto.
Invertir para sobrevivir
Cuando un niño cae a la piscina – según los expertos-, puede ahogarse en tan solo 3 minutos y en solo 20 centímetros de agua. Tiempo en el que probablemente nadie se dé cuenta de lo que ha sucedido. Por esta razón, junto con recomendar que nunca se les quite la vista de encima, es primordial la instalación de vallas, las cuales existen en variados tipos.
Aunque siempre la recomendación será que la reja perimetral sea a lo menos de 80 centímetros de altura para que los pequeños no puedan pasarlas y que la separación entre barrotes no supere los 12 cm para que no quepa la cabeza del niño.
En cuanto a la puerta, clave para que no se traspase el cerco, debe contar con una chapa en la parte superior, la que al mismo tiempo no esté al alcance. Y, finalmente, el perímetro alrededor de la piscina, siempre deberá permanecer libre de objetos y el piso deberá ser, además, impermeable y antideslizante.
Vallas metálicas
Dependerá siempre del tamaño de la piscina, pero en el caso de ser muy grande, son una buena opción. Eso sí, necesitan de mantenimiento constante, sobre todo porque factores ambientales como la humedad, el sol y la lluvia, desgastan el esmalte y la oxidan.
Vallas de vidrio
Son vallas transparentes fabricadas de cristal y metal, las que además de funcionar como elemento de seguridad, aportan con el muchas veces necesario componente estético, pues son transparentes. Por supuesto, el vidrio debe ser de un grosor considerable y de gran resistencia. La ventaja de este tipo de cierres es que no requieren de mayor mantenimiento.
Vallas de policarbonato y metacrilato
Son algo más resistentes que la de vidrio y son fáciles de instalar. Sin embargo, estéticamente, se arruinan con mayor facilidad producto de la exposición al sol.
Vallas de madera o resina
De apariencia más rústica, también son una de las opciones de vallas para poner alrededor de las piscinas, sin embargo no son tan recomendables tanto en materia de seguridad, porque pueden romperse fácilmente (además de astillarse y romperse), como en términos de mantención: el sol y la humedad causan estragos en el material.
Vallas desmontables
Son la solución tal vez más rápida y práctica, aunque menos elegantes que las de vidrio. Su principal beneficio tiene que ver con que se ponen y quitan fácilmente, y su material es de red, malla o metal.
Por último, siempre es importante tener en cuenta que, más allá de las medidas de seguridad fijas como la instalación de rejas, resultará primordial la supervisión continua de los padres a los pequeños, pues es la mejor medida de prevenir accidentes.
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